Si ya te has decidido a certificarte y pasar a formar parte del grupo de IBCLCs, ¡enhorabuena!.
Ahora toca a empezar a cumplir con los requisitos que establece el IBLCE para poder presentarse a examen, entre los cuales está el haber realizado una formación de 95 horas específica en lactancia y de 5 horas de habilidades de comunicación. Sí, es posible que hayas asistido a algún curso o conferencia, que hayas visto muchos vídeos en YouTube, o que hayas leído algún que otro libro sobre lactancia materna, pero la formación que se exige debe estar acreditada y certificada por una entidad independiente.
¿Qué hay que tener en cuenta entonces para elegir un curso u otro? En este artículo te indicamos los principales criterios básicos que deberías considerar.
¿Está la formación alineada con el examen?
Cursos sobre lactancia puedes encontrar muchísimos y muy diversos, desde charlas gratuitas de introducción a la lactancia, hasta incluso másters universitarios sobre el tema. Pero, ¿no sería estupendo que el curso estuviera alineado con la temática precisa que se va a preguntar en el examen?
Cada año, el IBLCE establece el contenido en detalle de los temas que entran en el examen, agrupados en siete grandes áreas. Para el año 2023, puedes consultar los contenidos que se han establecido haciendo clic en este enlace. Fíjate en el número que aparece a la derecha de cada tema en el documento en PDF. Este número indica cuántas preguntas de ese tema tendrá el examen (en total suman 175 preguntas).
Lo primero que tendrías que hacer es consultar si los contenidos del curso que vas a realizar se ajustan a los del examen. Hay muchas cosas que aprender y no es cuestión de dedicar horas y esfuerzo a temas que no van a entrar, y a olvidar otros que son cruciales.
No olvides tampoco que, a parte de la lactancia, se exige formación en habilidades de comunicación, por lo que, si el curso ya la incluye, eso que tienes ganado.
Ya sé mucho sobre lactancia, ¿por qué necesito un curso?
Quizá tengas ya una formación sanitaria y una amplia experiencia tratando bebés y madres lactantes, por lo que puedes considerar que no necesitas realizar un curso. Pero si realmente quieres acreditarte como IBCLC piensa que, por un lado, precisas un certificado reciente que acredite tu formación y, por otro, que el temario de examen es tan extenso y variado que seguro que hay algunas áreas que no dominas lo suficiente.
Tu experiencia en lactancia te servirá como una excelente base para abordar la formación, pero un curso de calidad te ayudará, por supuesto, a refrescar y actualizar tus conocimientos, y a cubrir el temario completo.
Piensa, además, que el examen no se pasa con un “5”, sino que el IBLCE establece una nota variable mínima cada año como nota de corte. En 2021 este corte se fijó en 128 respuestas correctas de las 175 preguntas que contiene el examen, lo que equivale a una nota de un 7,3. De todas las candidatas que se presentaron por primera vez, 4 de cada 5 aprobaron (un 80%), pero superar el examen no está ni mucho menos asegurado.
También es muy importante que el curso no solo se centre en proporcionar los conocimientos del temario, sino que además esté orientado a superar el examen, que es en definitiva lo que estás buscando. Por tanto, comprueba si ofrece sesiones en vivo donde puedas aclarar tus dudas, exámenes de prueba para practicar, consejos sobre cómo abordar las preguntas, e incluso información o ayuda para tramitar los aspectos puramente burocráticos.
¿Quiénes imparten la formación?
Otro aspecto a indagar a la hora de elegir un curso es el profesorado. ¿Cuántas personas están involucradas en la formación? Hay cursos impartidos en su totalidad por una sola persona, lo cual no deja de ser una limitación. Dada la amplitud del temario, es más conveniente contar con personas expertas en cada una de las áreas, capaces de aportar unos conocimientos y experiencia mucho mayores sobre aquello que dominan.
Además, contar con un profesorado diverso suele ser más enriquecedor, ya que cada persona aportará su particular punto de vista y enfocará los temas desde su propia perspectiva, haciendo que la formación resulte más amena y completa. Si parte de los docentes resultan ser IBCLCs, mucho mejor, puesto que ya saben lo que es pasar el examen y seguro que se centrarán en los puntos importantes.
Por tanto, consulta brevemente quiénes van a impartir la formación y lee su currículum.
Comprueba que las horas de clase sean reales
También es necesario que indagues sobre la duración real del curso que vas a contratar. Con las equivalencias entre créditos y horas lectivas, muchas veces la gente se encuentra con que existe una enorme discrepancia entre lo que se “ofrece” y lo que realmente resulta ser al final.
En ocasiones, encontrarás un número muy alto de horas en el programa del curso indicado de forma escueta. Estas horas suelen representar las horas “teóricas” de dedicación que requiere el alumno para superar el curso, un valor muy superior al de horas reales de clase en vivo o grabadas.
Por tanto, fíjate bien en cómo se cuantifican las horas de formación, no solo para saber lo que en realidad vas a obtener, sino también para poder planificar correcta y adecuadamente tus horas de estudio y dedicación. Puesto que el IBLCE exige una formación de 100 horas, el curso debería contener, al menos, ese número de horas reales de clase.
Es importante también que el curso esté bien estructurado, en especial si la formación incluye vídeos grabados. Esto te permitirá acceder de manera rápida y directa a cualquier contenido que quieras repasar más adelante.
…Y que dispone de medios para valorar tus conocimientos
Una cosa es creer que sabes y otra es demostrarlo. Un curso orientado a superar el examen de IBCLC debe ser capaz de proporcionarte el suficiente feedback como para saber que vas por el buen camino, que estás asimilando los conocimientos, entendiendo lo que se pregunta y, lo más importante, respondiendo correctamente.
Por regla general, esta evaluación se lleva a cabo mediante tests automatizados, que te ofrecen un resultado de manera inmediata. Es interesante que estos tests estén convenientemente granulados, es decir, que sean específicos de cada tema en concreto. De este modo, sabrás qué areas debes repasar y reforzar.
Y, por supuesto, la formación debe incluir “prácticas reales”, es decir, exámenes de contenido y aspecto similares al que te encontrarás el gran día. Cuantas más preguntas bien elaboradas, eso sí, mejor, ya que en definitiva tu objetivo es superar el examen.
Averigua si la formación contiene tests y simulaciones de examen, y si se adecúan a los reales. Por ejemplo, el examen del IBLCE contiene muchas preguntas con imágenes que es necesario observar en detalle para acertar con la respuesta. ¿Dispone el curso que contratas de este tipo de preguntas de prueba?
¿Prefieres ir sola o acompañada?
Algo crucial y que en nuestra formación se valora de forma muy, muy positiva es el acompañamiento. Puedes encontrarte con cursos que te den acceso inmediato a cientos de vídeos y que, a partir de aquí, te toque espabilarte. Sinceramente resulta bastante duro y desalentador tener que recorrer y escalar tu sola la montaña de información que se presenta ante ti.
Es muy recomendable que el curso que realices te proporcione, además de conocimientos (el qué), la forma de adquirirlos (el cómo). El hecho de que el propio curso establezca una planificación de estudio, algo que se da ya por sentado en cualquier formación reglada, es imprescindible para concluir el temario con éxito y a tiempo para presentarte como candidata al examen.
Creemos que la mejor forma en que un curso te puede acompañar es a través de tutorías, y si son en vivo y de frecuencia semanal, mucho mejor. Disponer de contacto directo con cada profesor para aclarar tus dudas y formular preguntas o comentarios proporciona un valor inestimable a cualquier formación, y en especial cuando hay mucho que aprender y una fecha límite.
Por otra parte, las tutorías participativas también favorecen que las diferentes alumnas se vayan conociendo entre ellas y que compartan sus propias experiencias, algo que sin duda es muy enriquecedor teniendo en cuenta que suelen provenir de ámbitos muy diferentes.
También es imprescindible en este tipo de formaciones poder formular preguntas mediante algún sistema de mensajería o foro, para no quedar atascadas en el camino y seguir avanzando.
¿El curso está actualizado?
Todas sabemos que la investigación avanza día a día y que las cosas cambian rápidamente. Nuevos estudios, protocolos actualizados o cambios de recomendaciones son muy habituales en el campo de la lactancia. El organismo examinador es consciente de ello, por lo que, con frecuencia y ante nuevas evidencias, el IBLCE actualiza sus preguntas de examen para adaptarlas.
Te interesa, por tanto, que el curso esté lo más actualizado posible. Pero, ¿cómo sabes si lo está? En ocasiones no resulta demasiado evidente. Lo mejor sería contactar para preguntar sobre ello, pero hay algunas pistas que te pueden ya ayudar.
Por ejemplo, si existen ediciones anuales del curso o una planificación con fechas de inicio y final, es posible que se trate de un curso vivo que se vaya actualizando. O, si el contenido completo del curso está disponible, puedes compararlo con el temario del IBLCE más reciente para ver qué tal se corresponde. También puedes utilizar la web WaybackMachine para comprobar si se ha actualizado la página de información del curso en los últimos meses o años.
¿Me garantizan que aprobaré?
Sinceramente, si ves que algún curso te indica una tasa de aprobados muy alta, desconfía. Nadie te puede garantizar un aprobado, ya que pasar o no el examen depende en gran medidad de la dedicación personal. Está claro que los contenidos y la metodología son importantes, pero también entran en juego las circunstancias de cada una, la situación familiar y laboral, e incluso eventos inesperados como pasó con el Covid-19.
Mucho mejor sería disponer de testimonios de otras IBCLCs que hayan realizado la formación para conocer su opinión de primera mano. Comprueba si aparecen testimonios de exalumnas (y si son reales) e incluso pregunta si puedes hablar directamente con alguna de ellas. Ya sabes que las profesionales de la lactancia están siempre dispuestas a ayudar.
Mira también hasta cuándo tienes acceso a la formación y si existe la posibilidad de reengancharte a futuras ediciones, por si se da el caso de que no superes el examen o debas posponerlo.
¿Y sobre el precio?
Sí, es cierto que el precio debería ser un factor, pero quizá no el más importante. Por desgracia, nos han contactado candidatas que no superaron el examen aún habiendo pagado miles de euros por másters o cursos universitarios sobre lactancia. Y, en el otro extremo, ha habido personas que contrataron formaciones económicas y obtuvieron muy poco a cambio.
La decisión (e inversión) es finalmente tuya. Lo que sí te aconsejamos es que evalúes las alternativas con calma, que contactes y preguntes todo lo que haga falta, y que incluso percibas el “feeling” de las personas que te informan. No solo es la inversión lo que está en juego, sino también el tiempo de tu vida que vas a tener que dedicarle.
Comprueba también si hay promociones puntuales y desconfía de los grandes descuentos, que suelen ser indicativos de una pobre calidad.
¿En qué otras cosas debo fijarme?
- La entidad que se encarga de la formación te ha de proporcionar un certificado a tu nombre conforme la has completado satisfactoriamente. Este certificado es muy importante, ya que el IBLCE te lo puede solicitar para validar tu formación.
- A pesar de que no aplica directamente, comprueba si la entidad ofrece formación que otorgue CERPs (créditos de formación en lactancia). Esto significa que dispone de cursos acreditados por el IBLCE, lo que es una buena señal.
- Si dispone de tutorías en directo, sería conveniente que quedaran grabadas para poderlas visionar en otro momento.
- Pregunta si te pueden ayudar en el proceso de inscripción al examen, ya que a veces puede resultar farragoso.